Se cuece la coliflor con un par de patatas…
Cocemos la coliflor con unas zanahorias y, una vez…
Este postre resulta muy divertido para los niños por…
Hacer una papilla con harina de garbanzos, agua y…
Con los más pequeños hay que utilizar la imaginación para que comer les resulte más divertido. Puedes hacer más atractivos ciertos alimentos cambiándoles el nombre. Por ejemplo, puedes llamar “árbol” al brécol o “monedas” a las rodajas de pepino y plátano. Otra opción es inventarse historias y orígenes exóticos. Yo les cuento a mis niños que las zanahorias son ramitas de Júpiter y que los guisantes son gotas verdes de Groenlandia. Las historias les divierten mientras comen, ¡sobre todo si las inventan ellos!